miércoles, 10 de mayo de 2017

#LCDearJane: Orgullo y Prejuicio

¡Hola a todos!

Palito para mi porque decir simplemente que estoy un poquito atrasada con los cierres de las lecturas de nuestra #LCDearJane sería decir poco.
A finales de abril recién pasado terminamos de leer Mansfiel Park y dimos comienzo a la lectura de Emma, la última de sus novelas. A estas alturas, hacer un recuento detallado de cada una de las lecturas sería demasiado y tampoco mi cabeza de pollo no me acompañaría, así que siguiendo los sabios consejos de mis contertulias(?), haré solo un pequeño recuento de cada lectura y de las distintas adaptaciones que las complementaron.


Orgullo y Prejuicio


La obra más reconocida de Jane Austen, publicada en 1813.

Quizás hacer un resumen de esta historia sería innecesario, ¿quién no ha oído sobre Elizabeth Bennet y el señor Darcy, esa propuesta desastrosa, todo el orgullo y todo el prejuicio? Su primer párrafo es una de las citas más famosas de la literatura universal.

Como lo reconocí valientemente hace unos días, llegué a este clásico después de muchos años de ver Bridget Jone's Diary y cuando me uní a la lectura conjunta organizada por Navegando entre Libros, Libros y Misterios y Libros en la Mazmorra hice mi primera relectura.

Había leído con anterioridad cinco de las seis novelas de Austen y Orgullo y Prejuicio era mi favorito, así que enfrentarme a una relectura me daba miedo. ¿Qué sentiría ahora por Lizzy? ¿Por Darcy? ¿Seguiría sintiendo ternura por Jane y su hermosa relación con Lizzy?

Debo decir que, ahora que he leído los seis grandes de Austen, Orgullo y Prejuicio sigue inamovible en el pedestal en que lo puse la primera vez que lo leí.

Pude apreciar con mayor claridad la complejidad de los personajes, cómo interactúan unos con otros. En la primera lectura, estaba mucho más preocupada de buscar esa crítica a la sociedad que hacía tan famosas a las obras de Jane Austen y eso hizo que me privara de los "feels" que me pudiesen entregar las interacciones entre Lizzy y el señor Darcy. Lo maravilloso de las relecturas es precisamente eso: tu mente está abierta a apreciar detalles que pasaste por alto la primera vez y al saber lo que te espera en la página siguiente, tus sentimientos están a flor de piel, esperando la palabra precisa para desatarse. 

El carácter de Lizzy no me había parecido tan sólido cuando lo leí por primera vez, sus observaciones sobre quienes la rodeaban parecían más agudas y acertadas que nunca. Si antes tuve alguna duda, ahora me quedó más que claro que Lizzy y yo vibramos en la misma frecuencia. Pude reírme de Darcy, si pueden creerlo, por esa desastrosa propuesta de matrimonio y su nariz levantada durante la primera mitad del libro, pero también él fue un personaje que me sorprendió. Siempre me pareció que era un personaje cuya seriedad superaba todo lo demás, pero fue increíblemente agradable darme cuenta de lo coqueto que es, Si, coqueto. 

No hay momento del libro que no haya disfrutado, es sólido de principio a fin. Creo sinceramente que Orgullo y Prejuicio es uno de esos libros a los que no podrías criticarle nada y cito a Sheldon Cooper cuando quiso arruinar el libro para Amy: "Oh, it turns out Amy's beloved Pride and Prejudice is a flawless masterpiece. He's got too much pride, she's got too much prejudice, it just works".

Adaptaciones


En nuestra junta, vimos la adaptación de 2005, protagonizada por Keira Knightley en el papel de Elizabeth y Matthew Macfadyen en el de Darcy. Visualmente, es una adaptación maravillosa. La música y los juegos de iluminación crean el ambiente perfecto para sumirse en el paisaje donde toma lugar la historia. Sigue el hilo de la historia de manera bastante fiel, aunque no me dejó para nada contenta la interpretación de Keira Knightley como Lizzy Bennet (demasiado Keira, nada de Lizzy). Aunque en esta adaptación la mala actitud de Darcy tenía más que ver con la timidez que con el orgullo de una mejor posición social, su interpretación realmente saca a flote todo el fangirlismo (?) de quien ha suspirado antes por el querido señor Darcy. La película gana puntos por esa maravillosa escena lluviosa de la desastrosa declaración de Darcy.

Quizás la más icónica de todas las adaptaciones de la obra literaria de Jane Austen es la serie de la BBC de 1995, protagonizada por Jennifer Ehle como Elizabeth Bennet y por Colin Firth como Darcy. No hay seguidor de Jane Austen que no haya visto esta miniserie o al menos oído hablar de ella. La ambientación es perfecta, todo te transporta a la vida del campo de la época de la Regencia. Las interpretaciones de los protagonistas son impecables y quizás la única crítica que podría hacerles a ambos es que sondemasiadomayoresparalospapelesqueinterpretan. Por otro lado, esta versión nos regala unas escenas que salieron de pequeñas libertades que se tomó el director y que son más que bienvenidas: los POV de Darcy y la escena en la que sale del lago con la camisa blanca completamente mojada son algunas de ellas. Sin lugar a dudas es la adaptación más fiel y la mejor lograda a pesar de las pequeñas críticas que podríamos hacerle.

También comentamos otras adaptaciones un tanto más alejadas de la obra original: Lost in Austen (2008) y La Muerte Llega a Pemberley (2011), una adaptación televisiva del libro homónimo de P. D. James)


 La primera es una serie para televisión de corte cómico en la que una chica enamorada de la obra de Jane Austen viaja al pasado a través de una puerta para irrumpir en la vida de Brighton para cambiar la historia. Lost in Austen nos regala un Darcy (Elliot Cowan) excelente también, más similar al de Firth (1995) que al de Macfadyen (2005). Cabe destacar que en esta adaptación el personaje de Elizabeth pasa a segundo plano en favor de Jemima, la fangirl, y es esta última quien toma su rol, pero no es el único cambio. La intervención de Jemima en la vida de los Bennet hace que la historia de todos los personajes de un vuelco más que interesante: la revelación del verdadero carácter de Georgiana Darcy y de Wickham como su víctima, el descarrilamiento de Bingley y la heterocuriosidad de su hermana Caroline, por nombrar algunos. Hay una escena especialmente cómica en la que Jemima le pide a Darcy un regalo y es que salga de una piscina usando una camisa blanca, tal y como lo había hecho Colin Firth es aquella famosa escena del 95.

La segunda es lo que se podría llamar una secuela o incluso spin-off, puesto que no es una adaptación de Orgullo y Prejuicio en si, sino que la escritora usa sus personajes para crear una historia compleamente nueva. En esta miniserie, la familia Darcy-Bennet se ve involucrada en un crimen y Darcy debe intervenir para evitar que su cuñado Wickham no vaya a la cárcel. No leí el libro, pero tanto el Darcy como la Lizzy de esta historia tienen poco que ver con las personalidades que nos hacen amarlos en la obra original de Austen. Un Darcy sin voluntad, una Lizzy insegura. En La Muerte Llega a Pemberley son Lydia y Wickham quienes se llevan todas las miradas y los aplausos.

No vi todas las adaptaciones que tenía planeado ver y prometo que algún día lo haré, pero con todo y relecturas y repetición de las adaptaciones, Orgullo y Prejuicio sigue siendo mi obra favorita de Jane Austen y la serie de 1995 sigue siendo mi preferida.



No hay comentarios:

Publicar un comentario