sábado, 20 de mayo de 2017

Las Naves de la Magia - Las Leyes del Mar #1

Las Naves de la Magia (Las Leyes del Mar #1)
Robin Hobb
Publicado por Plaza y Janés en 2015
752 páginas
ISBN 9786073132190

Sinopsis:

Lo único que Althea Vestrit quiere es vivir a bordo de su nave mágica: Vivacia. ¿Podrá vencer todos los obstáculos que los mares le depararan en el emocionante comienzo de la trilogía Las Leyes del Mar?
***
En una lejana costa al sur de los Seis Ducados se encuentra el Mitonar, un centro de comercio exótico y hogar de una nobleza mercante famosa por sus barcos vivientes construidos con tronconjuro, una madera mágica y una de las mercancías más preciadas del mundo. Se trata de barcos que maduran hasta alcanzar un estado de autoconciencia y generan lazos afectivos con sus dueños.
Vivacia es una de estas naves, que pertenece a los Vestrit, una de las más antiguas familias del Mitonar. Para Althea Vestrit, el barco es su legítima herencia que le ha sido negada. Pero para Wintrow, su sobrino, es una condena perpetua, pues ha sido obligado a interrumpir sus estudios religiosos para servir a bordo.
Althea hará todo lo posible por recuperar su barco, amenazada por la presencia de un extraño que tratará de hacerse con el poder de todos los habitantes de las Islas Piratas.

Comentario personal:


Las Naves de la Magia (Ship of Magic en inglés) es la primera entrega de la trilogía de Las Leyes del Mar (Liveship Traders Trilogy). A través de ella conocemos la historia de la familia Vestrit, una de las más antiguas de los mercaderes del Mitonar. Hace tres generaciones, la familia Vestrit, como muchas otras familias de mercaderes, contrajo una deuda con los mercaderes de los Territorios Pluviales para mandar a construir un barco de comercio. Pero no cualquier barco: la Vivacia, un barco hecho de tronconjuro, madera mágica de origen desconocido que dota al barco de vida y conciencia. Una nao rediviva está ligada a su familia de mercaderes para toda la vida, desarrollan lazos afectivos ellos y cuando el nieto del propietario original muere en su cubierta, el mascarón de proa y toda la nao despierta a la vida. Ningún barco construido de madera muerta puede compararse a una nao rediviva: pueden sentir las corrientes y navegar más rápido que cualquier barco al usarlas a su favor, presienten el peligro y son inmunes al deterioro.

Althea siempre sintió que Vivacia era suya, se entendían la una a la otra mejor que nadie, pero el futuro es incierto cuando su padre, Ephron Vestrit cae enfermo y cede la capitanía de la nave a su cuñado, Kyle Haven (te odio), quien no desciende de mercaderes y proviene de Chalaza, una región que siempre ha estado en conflicto con el Mitonar. Ephron muere en la cubierta de Vivacia, la nao se aviva, pero la heredera no es Althea...

¡ASÍ ES CÓMO SE ESCRIBE UN LIBRO DE FANTASÍA!

Habiendo dicho eso, puedo comenzar a explayarme en la reseña de esta maravilla de texto.

Las Naves de la Magia intimida a primera vista, hay que decirlo, y por eso me acerqué con mucho respeto a el cuando lo tomé del librero. Los elogios eran muchos y las advertencias también: es un libro complejo, es fácil perderse en las historias de cada personaje, tienes que leer 200 páginas para que recién se ponga interesante, etc, etc, etc.

¿Y qué me encontré cuando por fin me armé de valor para leerlo? Una historia sólida, personajes interesantes y bien construidos y una narrativa que atrapa desde el primer momento.

Althea y Vivacia
Lo primero que podría comentar sobre Las Naves de la Magia es la solidez del mundo que la autora creo. Con solo leer unas páginas nos podemos dar cuenta de que estamos entrando a un mundo que, a pesar de que es obviamente ficticio, es real en sí mismo. Como pocos, Las Naves de la Magia nos da un mundo de fantasía sin agujeros. Si, es muy similar al nuestro en muchos sentidos, pero al mismo tiempo es completamente distinto y no existe en paralelo al nuestro. Aquí la magia es real y está ligada a estas naves con vida propia, algo que para mi es muy novedoso ya que nunca había leído libros de fantasía con esta temática, y al misterio que las rodea.

Otro punto destacable son los personajes. Tenemos mercaderes, marinos y piratas, aunque las naos y las serpientes también son personajes activos que interactúan y progresan. Por el lado de los mercaderes y marinos tenemos a Althea Vestrit y a su sobrino, Wintrow Haven, quien se ve apartado de su vida de sacerdote porque su padre quiere que comience a familiarizarse con el negocio de la familia; Kennit, el capitán pirata de la Marietta, que desea fama y fortuna como rey de las Islas Piratas y que hará cualquier cosa por conseguir lo que quiere. Mientras que por otro lado tenemos a las nao redivivas (Vivacia y Dechado, las principales) y a las serpientes, criaturas que en algún momento fueron míticas y que ahora persiguen constantemente a los barcos de esclavos para alimentarse de los cadáveres. Se podría pensar que son personajes estáticos que solo decoran la trama principal, pero tanto las naves como las serpientes tienen su propia historia y, de cierta manera, parecieran estar conectadas. Como vemos, cada personaje juega un rol en el desarrollo de la trama y evolucionan a lo largo de las páginas sin que su proceso de maduración resulte tedioso al lector. Algunos presentan interrogantes sobre su futuro, pero otros nos dejan el misterio de su pasado, como es el caso de Ámbar y el mismo Dechado. No hay "personajes de adorno" y, personalmente, es un plus porque realmente odio cuando los escritores llenan sus libros de personajes figurines con nombres extraños, me hace pensar que solo buscan aparentar lo creativos que son inventando nombres.

Serpiente
Le tenía tanto respeto al libro que no quise apurar la lectura y preferí tomarme las cosas con calma para poder disfrutar la narrativa y la construcción de la historia. Puedo afirmar que Robin Hobb no me decepcionó y que de hecho superó cualquier expectativa que pudiera tener
A pesar de lo complejo que pueda ser seguir la línea narrativa en ciertos puntos, especialmente cuando las historias de unos personajes se alternan con las de otros, la redacción es ágil y no cae en el típico "relleno". Es rica en detalles sin ser repetitiva. Todo está descrito de manera simplemente maravillosa y hasta podría decir fidedigna, porque se siente real, como si fuera una crónica náutica más que un libro de fantasía sobre barcos avivados con magia. Robin Hobb no subestima a sus lectores y no necesita recurrir a ese humor que traspasa la cuarta pared y que a mi realmente me cansa para mantener al lector interesado, sus dotes como narradora son más que suficientes. 


Conclusión:


Me explayé demasiado en la reseña y aun así hay muy poco de mi fangirleo original. Creo que la fantasía es mi género predilecto y leer Las Naves de la Magia fue una completa delicia en todo sentido. Pasó directamente y sin discusión a mi lista de recomendaciones, y repito: ¡Así es como se escribe un libro de fantasía!  Robin Hobb, diosa.

1 comentario:

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