jueves, 11 de enero de 2018

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
Philip K. Dick
Publicado bajo el sello Booket en 2012
272 páginas
ISBN: 978-8-450-0020-5

Sinopsis:

Tras la guerra nuclear, la Tierra ha quedado sometida bajo una gran nube de polvo radioactivo. La gente ha emigrado a otros planetas del sistema y se ha llevado a androides que les asisten. Algunos de estos han escapado de la servidumbre y han vuelto ilegalmente a la Tierra. Y Rick Deckard, cazarrecompensas, es uno de los encargados de acabar con ellos. 
Los androides Nexus-6, los más avanzados, son casi humanos. La única manera de detectar su identidad artificial es un test que pone al descubierto su carencia de empatía. Pero, ¿es justo matar a los androides sólo por el hecho de serlo? ¿Cuál es el límite entre la vida artificial y la natural?

Comentario personal:

Uff... ¿por dónde empezar? ¿Quizás diciendo que creo haber entrado en la mente de un genio?
Fue una lectura improvisada. Me topé con este título por casualidad en la biblioteca, pero era uno que llevaba mucho tiempo queriendo leer. ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? es una obra de ciencia ficción del estadounidense Philip K. Dick. Publicada en 1962, es considerada un clásico de la ciencia ficción. Su adaptación cinematográfica, titulada Blade Runner, fue estrenada en 1982 y dirigida por Ridley Scott.

Corre el año 1992 y luego de una devastadora guerra nuclear (Guerra Mundial Terminus) el mundo se ve gravemente afectado por el polvo radiactivo que ha llevado a la extinción a la mayoría de las especies animales que por siglos han habitado el planeta. Muchos han emigrado a otros planetas para escapar de la contaminación y se han llevado con ellos androides que les sirvan. Muchos en la Tierra añoran el tiempo anterior a la guerra, pero comprar un animal vivo es muy caro, por lo que deben recurrir a la compra de animales eléctricos. Rick Deckard, que se gana la vida capturando androides que han escapado de las colonias y han regresado al planeta de manera ilegal, no es una excepción. Luego de que la oveja que su suegro le regaló muriese de tétanos por un descuido suyo al eliminar el alambre del fardo de paja del que se alimentaba, consiguió una oveja eléctrica para reemplazarla y la mantiene en la azotea del edificio donde vive. El departamento de policía le ha encargado retirar a seis Nexus-6, androides de última generación que han escapado de Marte. Rick tiene mucha experiencia matando andys, pero sabe que los Nexus-6 son muchísimo más difíciles de identificar que los modelos más antiguos.

En este futuro postapocalíptico creado por Philip K. Dick, los androides son iguales a los seres humanos en todo aspecto, mejores incluso en muchos detalles, lo que podemos comprobar cuando uno de los androides que Rick debe retirar es una famosa cantante de ópera de quien se dice: 

[...] se sintió sorprendido por la calidad de su voz, que podía compararse a las mejores, incluso las más famosas incluidas en su colección de grabaciones históricas.
pág. 118
La única diferencia entre humanos y androides es que estos últimos no pueden sentir empatía. El test Voigt-Kampff es un test estándar que se usa para medir la reacción empática de un sujeto al enfrentarlo a un serie de situaciones hipotéticas que harían reaccionar emocionalmente a cualquier ser humano. Rick Deckard solo debe identificar a un sospechoso para someterlo al Voight-Kampff y así saber si es humano o andy. Suena sencillo, pero la verdad es que a medida que la tecnología necesaria para crear androides progresa, estos se vuelven mucho más inteligentes, al punto de burlar el test.

Ya con la lectura de unas cuantas páginas podemos vislumbrar que el tema central de la novela va mucho más allá de ser una simple cruzada por mantener a la raza humana a salvo de los androides en rebeldía, que Rick Deckard no es un héroe épico. De hecho, Rick es solo un hombre más bien mediocre, lleno de remordimientos. Se cuestiona si es correcto matar andys solo porque es "su trabajo". Que los seres humanos sean superiores por su capacidad de sentir empatía lo es todo, una forma de vida incapaz de ser empático y que además ha escapado del control de los humanos no merece existir. Sin embargo, Rick y su esposa utilizan un Penfield, una máquina que induce una amplia gama de estados de ánimo en los usuarios. Para ellos no es extraño que una máquina les diga cómo sentirse, que sus emociones sean controladas por un ser mecánico. En este momento es cuando se evidencia el punto central de la novela: la delgada línea entre lo natural y lo artificial.

Fuera de todos los aspectos filosóficos o metafísicos que encierra la novela, como lectora, una de las cosas que más me gustaron fue el cuestionamiento constante: ¿quién es realmente humano? ¿Quién es androide? A lo largo de su carrera, Rick recuerda haber encontrado a más de un andy que no sabía que lo era y esto te crea la sospecha que quizás el mismo protagonista puede ser un androide. La línea se hace más y más borrosa. Los Nexus-6 son tan sofisticados ( "dos billones de piezas, además de un abanico de decisiones que alcanzaba los diez millones de combinaciones posibles de actividad cerebral. En menos de un segundo, un androide [...] era capaz de asumir cualquiera de las 14 reacciones básicas disponibles", pág. 43) que su rango de emociones los dota incluso del deseo de escapar de la esclavitud a la que los someten los humanos en las colonias. ¿Quién está más vivo? ¿Un humano que necesita una máquina para "sentir" o un ser artificial con instinto de supervivencia y deseo de libertad?

El escritor juega mucho con ese intercambio de roles (se supone que los androides no pueden tener mascotas porque no sienten la empatía que se necesita para cuidarlas, pero a Rick se le muere la oveja real por un descuido a la hora de alimentarla; el deseo de no morir de los androides versus la apatía por la vida de Iran; los personajes más importantes de la humanidad, Wilbur Mercer y el Amigable Busker, podrían ser androides) y es el elemento que va guiando al lector a la pregunta central de la narrativa de Philip K. Dick: ¿qué es real y qué no? 


Conclusión:

Mientras los seres humanos viven en un planeta que está muriendo, que los está matando, y llevan vidas monótonas y decadentes, los androides son cada vez más avanzados. Fue escrita hace cincuenta años, pero ¿Sueñan las ovejas con ovejas eléctricas? sigue vigente como crítica a una sociedad que se deshace de su humanidad para otorgársela a las máquinas en nombre del avance tecnológico.

2 comentarios:

  1. Me gustó mucho tu reseña <3
    Empecé a leer este libro el año pasado y lo dejé abandonado aunque me estaba gustando harto, espero retomarlo próximamente. Hubo un tiempo en que me perseguía un montón eso de qué era lo que nos hacía humanos y estuve viendo películas y leyendo cositas al respecto porque es una cosa super amplía, entretenida y también abrumadora de pensar.
    Una vez leí un cuento en donde el protagonista era un computador pero él creía que era un humano, hasta que le hacen un test y lo obligan a darse cuenta de la realidad, de alguna manera esas cosas terminan tocandote una fibra sensible de incomodidad y empatía(? es muy confuso, te plantea un: "y tú que harías?" difícil de responder.

    Me quedo por acá, saludos!

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    Respuestas
    1. ¡Hola y bienvenida!

      Ese fue un tema que a mi me dejó "mal", eso que sientes cuando no te puedes sacar una idea de la cabeza. Me traje el libro de la biblioteca sin saber nada de la historia, solo por el hecho de que era una novela cumbre de la ciencia ficción y es casi un must leerlos(?); entonces no sabía nada de los personajes ni nada, y no me podía sacar de la cabeza la idea de que TODOS debían ser androides porque sus existencias eran tan monótonas y planas... de hecho, ese sentimiento me sigue quedando y es una de las cosas que me dejó el libro.

      ¡Nos estamos leyendo! ♥

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