jueves, 12 de enero de 2017

Zahorí I. El Legado

Zahorí I – El Legado (Zahorí #1)
Camila Valenzuela León.
Publicado por Ediciones SM en 2013.
387 páginas
ISBN 9789563494112

Sinopsis:

Siglos atrás, en la antigua Irlanda, quedó pendiente una promesa y un oscuro presagio. Algunos creyeron que el juramento quedaría en la palabra, pero la sangre no olvida. Solo en el presente, cuando las hermanas Azancot lleguen a vivir a un remoto pueblo en el sur de Chile, un linaje completo entenderá la fuerza de ese juramento. Pronto, las cuatro hermanas descubrirán su destino y el legado que les fue heredado.


Mi comentario personal:


Hace un tiempo vi este libro en la librería y recuerdo que me llamó la atención la simplicidad de su portada: nada más que una niña de mirada inocente en tonos verdes. Leí la sinopsis y me sorprendió que la historia se situara en el sur de Chile y que fuera de corte fantástico y juvenil. Recuerdo que lo agregué a mi lista mental de libros-que-voy-a-comprar-cuando-esté-menos-pobre. Pasó más de un año y otros libros salvajes se cruzaron en mi camino, pero en cuanto lo vi disponible en la estantería de la biblioteca no pude evitar traérmelo.

La historia comienza con el viaje de las hermanas Azancot (Magdalena, Manuela, Matilde y Marina) desde Santiago a Puerto Frío, localidad ficticia ubicada en la región de los Lagos. Sus padres fueron asesinados meses atrás y su última voluntad es que sus hijas vayan a vivir con su abuela Mercedes Plass, la Meche. Puerto Frío es el lugar donde sus ancestros provenientes de Irlanda se asentaron hace casi dos siglos; las hermanas Azancot son descendientes de una de las familias fundadoras de Puerto Frío. Aquí nació su madre, aquí se casaron sus padres: es el lugar de donde sus padres huyeron poco después de la muerte de su abuelo. Marina, la menor de las hermanas, experimenta una extraña y profunda conexión con su familia y el paisaje que la rodea ya desde los primeros días cuando encuentra una extraña sodalita que comienza a brillar en medio del bosque. Es gracias a esta piedra que Marina descubre que el lazo que la une a su abuela y a sus antepasados es mucho más fuerte que un simple lazo de sangre: Marina y sus hermanas son Elementales, poderosos seres que son capaces de conectarse y tener control sobre los cuatro elementos. Su abuela le habla sobre las primeras Elementales y le explica que toda su familia desciende del Melantha, la líder del clan del Agua. Le habla de la traición de Ciara y el clan del Fuego, de la Gran Guerra y de cómo las Elementales son un linaje en extinción. Ahora, contar más sería spoilear demasiado y no. En Puerto Frío conoce nuevos amigos, entre quienes destacan el profesor Gabriel Littin; Pedro, el capataz de su abuela; y Damián, el hijo de este último que tiene más o menos la misma edad de Marina.

Hay que decir que como escenario, este es el lugar perfecto para asociarlo al poder de los elementos: los ríos, los bosques, los vientos, los volcanes. La casona donde las Azancot viven con su abuela se encuentra rodeada de bosques de alerce, roble y coihüe, y Puerto Frío es descrito como el típico e idílico pueblo del sur de Chile. La lluvia y la niebla son elementos constantes del clima y tengo que decir que como chilena y sureña no puedo pensar en un mejor lugar para desarrollar una historia fantástica y mítica como esta. La escritora describe el paisaje de manera muy vívida y es fácil sentir que de verdad estás viendo todo ese verde, que estás escuchando la lluvia en el techo. Sin embargo, también tengo que decir que a ratos se me hace muy idealizada, más como la visión que tienen los norteños y capitalinos del sur de Chile.

La trama progresa rápido y se mantiene relativamente igual a lo largo del libro, lo que ayuda a “enganchar” al lector y a mantenerlo prendado del relato. Sin embargo, hay ocasiones en que la historia avanzaba demasiado rápido, lo que impide que ciertos momentos alcancen la profundidad necesaria y esa podría ser quizás la mayor crítica que le podría hacer a Zahorí. Hay elementos importantes para el desarrollo de la historia que se pierden un poco por esta misma agilidad, siendo los más importantes la relación de Marina y Damián (que empieza y se concreta en menos de un capítulo. No hay un desarrollo y hasta parece algo forzada; se entiende que es un elemento necesario para la continuación de la historia, pero todo pasa tan rápido que no da tiempo de encariñarse con ellos como pareja), la conexión de Magdalena (quien parece aceptar su condición de Elemental y la naturaleza de sus poderes con la misma naturalidad con la que alguien acepta que no quedan tallas más grandes de pantalón(¿?)) y la relación de Magdalena y Gabriel (un amor instantáneo que se hace eterno a primera vista sin mucha interacción entre los dos sí, luego explican el porqué de ese amor, pero queda al debe de todas maneras).

Quizás el tema de poderes místico o mágicos asociados a los elementos de la naturaleza no sea el más novedoso de todos dentro del género de la fantasía, pero si cabe recalcar que resulta ingenioso que se dé dentro de la literatura juvenil chilena, ya que es una rama poco explotada en la escena actual y eso mismo lo hace innovador e interesante, especialmente para mi que soy una loca por cualquier historia que tenga bosques y bosques de por medio. Es grato encontrarse con costumbres chilenas en una temática juvenil sin caer en lo excesivo, increíblemente fue muy grato encontrar de vez en cuando un “mijita”, un “por la cresta” y un “la Manuela”.

Un mal que tengo es que siempre estoy adelantándome a los hechos mientras leo, por lo que muchas veces los finales no me sorprenden y hasta me parecen predecibles. Zahorí no fue el caso y ese es otro punto a favor de este libro. ¡Y ese plot twist!

El estilo de la autora es sencillo, pero no básico, y de pronto aparecen ciertas joyitas en la redacción que hicieron que emocionara con la lectura y que leyera con más ganas. Además, el final deja los cabos sueltos precisos para sembrar las ganas de lanzarte al siguiente libro. Claramente hay pequeños detalles que se pueden pulir en cuanto a cómo se narra la historia y, personalmente, me gustaría ver cómo se desarrollan los personajes en los próximos libros (aunque ya se ve cierto progreso en Manuela y sobre todo en Marina), pero es un excelente comienzo para una saga de corte fantástico.


2 comentarios:

  1. Aceptó que me costó acostumbrarme a los chilenismos en este libro. No tengo razón aparente para eso. Yo sí me enganché con la historia de Marina y Damián y quería que estuvieran juntos jajaja. Supongo que es porque no pueden estar juntos ��. Me gusta la forma en que describe el paisaje y los ambientes, es fácil imaginarlos. También me gustó la forma en que la historia se comenzó a poner oscura, confieso que estaba muy inocente al principio.

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    1. Cuesta acostumbrarse, a mi de primera también me costó, pero al final les tomé cariño ; ;
      Yo creo que quizás me hubiera encariñado con ellos si hubiese tenido más desarrollo... ahora nunca lo sabré <|3
      Gracias por pasarte, Kuxita <3

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